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USO DE FUENTES ORGÁNICAS DE MINERALES TRAZA EN MASCOTAS (1er Parte)

 

Introducción:

Los nutrientes son factores ambientales que pueden impactar notablemente la salud y bienestar de los animales, esto se debe a que además de proveer la energía para el funcionamiento general del organismo, condicionan de forma importante la expresión de genes asociados con diversas variables de salud. En las primeras etapas del desarrollo de la nutrición, se buscó proveer de forma práctica y económica todos los nutrientes necesarios para efectuar las funciones vitales, siguiendo el criterio de prevenir en los individuos la presentación de signos de deficiencia. Conforme se ha ido obteniendo más conocimiento acerca de las funciones de los diferentes tejidos de los animales y de cómo los distintos nutrientes (e incluso las distintas formas de tales nutrientes) impactan estas funciones, la nutrición ha ido cambiando su enfoque hacia el diseño de dietas que permitan optimizar la salud de los individuos bajo una gran diversidad de ambientes o escenarios. En las mascotas, por ejemplo, cada vez es más común el uso de alimentos que además de aportar todos los nutrientes necesarios para un crecimiento adecuado, tengan efectos positivos sobre aspectos como las características del pelo, la capacidad inmunitaria, la fertilidad, la salud de las articulaciones, el control de peso, la longevidad, y el bienestar general (1, 2).

Importancia de la nutrición mineral.

Los minerales son elementos inorgánicos que están presentes en todos los tejidos y se requieren para un adecuado funcionamiento. De los aproximadamente 60 minerales encontrados en la naturaleza, unos 27 se consideran esenciales (deben ser consumidos por los animales de forma regular) y dentro de estos hay un grupo denominado minerales traza, que se caracteriza por estar en la dieta en niveles menores a 100 ppm. Algunos de los minerales traza más importantes para las mascotas son: el cobre (Cu), el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el zinc (Zn) y el selenio (Se).

Los minerales traza ejercen sus efectos al formar parte de distintas hormonas, enzimas, vitaminas y de algunos aminoácidos, estando involucrados en la regulación de la multiplicación y la diferenciación celular, así como en el adecuado funcionamiento del sistema inmunitario (3, 4, 5).

Tabla 1. Algunas funciones de los principales minerales traza en los animales*.

Mineral Traza Procesos fisiológicos en los que participa
Cobre (Cu) Formación de huesos, función cardiaca, función inmunitaria, respiración celular, pigmentación del pelo, fertilidad.
Hierro (Fe) Transporte de oxígeno, función inmunitaria, metabolismo energético.
Manganeso (Mn) Función cerebral y nerviosa, formación de cartílago, formación de mucosas, desarrollo óseo, respiración celular, reproducción, producción de hormonas.
Zinc (Zn) Función de múltiples sistemas enzimáticos, sistemas hormonales, integridad de la piel y el pelo, desarrollo óseo, integridad de epitelios, función inmunitaria, fertilidad.

*Adaptado de Ewing y Charlton, 2007

 

 

En la nutrición moderna de minerales traza, la forma del mineral es importante.

Para complementar el contenido mineral de los insumos alimenticios (que es en general muy variable y de disponibilidad irregular), se recurre a la suplementación dietaria de fuentes concentradas de estos nutrientes, regularmente diversos tipos de sales (cloruros, sulfatos, óxidos o carbonatos), derivadas de la tierra o de procesos industriales. También existen las denominadas fuentes orgánicas de minerales, que presentan importantes ventajas respecto a las fuentes inorgánicas. Se sabe que la forma química y física de estos minerales influye enormemente en su digestibilidad y disponibilidad para los animales (3).

Se mencionó ya que la nutrición (en este caso de minerales) ha ido migrando del concepto de suplementar para evitar signos de deficiencia, a suplementar para maximizar la productividad y salud de los animales. Otro de los conceptos actuales aplicable a los minerales traza es el de nutrición precisa; en este, el objetivo es evitar el suministro excesivo de nutrientes, ya que los excesos no absorbidos por el animal se pueden convertir en contaminantes del ambiente (aspecto relevante en sistemas pecuarios que  explotan  grandes poblaciones), y es sabido que puede existir interferencia en la absorción de los distintos minerales, e incluso problemas de toxicidad cuando estos se suministran en proporciones no balanceadas (3).

MVZ. Krimilda Valle Valenzuela / GABSA