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La infestación por ácaro rojo

Una parasitosis de amplio impacto que sigue siendo

un gran desafío para la industria productora de huevo en Europa.

Durante décadas, el ácaro rojo de las aves, Dermanyssus gallinae, ha sido descrito mundialmente como una amenaza para la industria avícola productora de huevo, debido a los graves problemas de salud y bienestar que causa en las gallinas ponedoras; por este motivo, el impacto económico y sanitario en la avicultura tiende a incrementarse. En el caso de Europa, la

mayor prevalencia de este problema se asocia con la adopción de la reciente normativa de bienestar animal, el retiro de algunos productos acaricidas del mercado europeo, la aparición de resistencia a los acaricidas existentes; y la carencia de nuevos métodos de control efectivos. Se considera también que el incremento en las temperaturas ambientales (cambio climático) favorecerá los efectos negativos de esta enfermedad.

La presencia de esta parasitosis en una granja productora de huevo comercial influye negativamente la tasa de conversión alimenticia y la producción de huevo, además de incrementar la susceptibilidad a diferentes enfermedades. El ácaro rojo ha sido señalado como

vector de una serie de patógenos bacterianos y virales (Pasteurella multocida, Salmonella gallinarum, S. enteritidis, virus de Influenza aviar y de la enfermedad de Newcastle) convirtiéndose así en un reservorio para estos microorganismos de las aves.

Por otro lado, muchos productos convencionales para el control de ectoparásitos han sido retirados de los mercados europeos, o prohibidos en los últimos años por no cumplir con los requisitos normativos o para la seguridad de los usuarios y consumidores en los diferentes países. Las principales clases de productos afectadas fueron carbamatos (carbaryl, methomyl, propoxur), organofosforados (diclorvos, fenitrotión, clorpirifos, diazinon) y piretroides (cihalotrina). Desde 2010, el organofosforado Foxim, es el único medicamento veterinario registrado en Europa para el tratamiento de infestaciones por D. gallinae; sin embargo, no está autorizado en los países con mayor producción de huevo como Alemania, Polonia, España y el Reino Unido, donde la prevalencia de infestaciones por D. gallinae supera el 80%.

Aunque este tratamiento puede aplicarse por aspersión estando las aves presentes, no debe rociarse sobre ellas; debido a esto el compuesto activo difícilmente llega a los ácaros escondidos en los refugios ubicados muy cerca de las aves. Además, debe tenerse la precaución de aplicar el producto doce horas antes de la recolección de huevo, lo que complica la utilización del producto en grandes explotaciones de aves en jaulas.

Además del Foxim, otros acaricidas están disponibles en diferentes países europeos, principalmente para ser asperjados sobre las instalaciones y el equipo durante el período de limpieza y desinfección entre un ciclo y otro (por ejemplo, diversos piretroides y carbamatos, así como abamectina y spinosad). Algunos de estos productos no tienen estipulado el tiempo de retiro para poder recolectar el huevo, y su posible aplicación (fuera de etiqueta) en presencia de aves, representa un grave riesgo para la seguridad alimentaria del consumidor. Sólo un reducido grupo de compuestos, por ejemplo, spinosad y cipermetrina en Alemania, se pueden aplicar en presencia de aves. Se sospecha que en ciertas áreas de Europa se llegan a utilizar, indebidamente, compuestos acaricidas (por ejemplo, amitraz, fipronil, ivermectina, diazinón, carbaryl y otros) para el tratamiento de D. gallinae en casetas de aves productoras de huevo.

El éxito del tratamiento también se ve afectado por el desarrollo de resistencia a múltiples acaricidas, derivado de la aplicación inadecuada de los tratamientos. La aspersión incorrecta, especialmente dentro de grietas o la cama, expone a los ácaros a concentraciones subletales de los productos. Además, los productos acaricidas comercializados actualmente tienen poca acción residual, provocando que los ácaros presentes pocos días después de la aplicación, no sean expuestos al acaricida.

Igualmente, estos productos se aplican una sola vez y no tienen actividad sobre los huevecillos de los ácaros, por lo que posteriormente estos podrán desarrollarse, favoreciendo rebrotes en las casetas tratadas. Se emplean algunos métodos de control no químicos, pero ninguno de ellos tiene un balance satisfactorio de riesgo-beneficio. Aunque los productos a base de sílice son ampliamente utilizados, su pureza y el tamaño de partículas varían enormemente entre productos; así mismo, representan serias amenazas de seguridad para el usuario y el animal debido a la irritación del tracto respiratorio causada por la inhalación de partículas de sílice; lo anterior hace comprensible su reciente prohibición en Holanda. Los acaricidas naturales, incluidos lo

s aceites esenciales o derivados de plantas, pueden tener concentraciones variables del ingrediente activo y resultar dañinos para humanos y animales. El desarrollo de nuevas estrategias de control basadas en vacunas es un enfoque prometedor; una vacuna experimental redujo los conteos de ácaros en aves infestadas, aunque no en niveles suficientes.

Como se detalló anteriormente, haciendo a un lado al Foxim, las herramientas disponibles actualmente para controlar al ácaro rojo, son productos no químicos con beneficios sin comprobación científica, o químicos que son de valor limitado debido a su método de aplicación, o por el desarrollo generalizado de resistencia. Por otra parte, el uso de moléculas no autorizadas es una realidad que enfatiza aún más las desventajas que para la seguridad alimentaria humana, tiene la ausencia de nuevas moléculas efectivas y seguras. La comunidad científica, la industria del huevo y la Unión Europea han reconocido esta necesidad no satisfecha, de herramientas innovadoras, útiles y efectivas para controlar al ácaro rojo de las gallinas, por lo que tienen actualmente proyectos multidisciplinarios que arrancaron en 2014, y de cuyas actividades se ha concluido que: un solo método no es suficiente para controlar este problema, debe trabajarse más en el manejo integral del parásito, debe mejorarse la aplicación de medidas de bioseguridad para limitar la transmisión del ácaro, y se requiere trabajar en el monitoreo de las infestaciones. La necesidad de desarrollar nuevas moléculas acaricidas está plenamente reconocida.

Fuente: Annie Sigognault Flochlay, Emmanuel Thomas and Olivier Sparagano. Poultry red mite (Dermanyssus gallinae) infestation: a broad impact parasitological disease that still remains a significant challenge for the egg-laying industry in Europe. Parasites & Vectors (2017) 10:357