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Mascotas sanas, propietarios sanos

Pet food regulations
Susan Thixton – Marzo 29, 2018
Live Salmonella or Dead Salmonella – both cause illness

Los Centros para el Control y prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) en los Estados Unidos han diagnosticado cada año 1.2 millón de personas infectadas por Salmonella sp. En particular el mes de marzo de 2018 (hasta el 27/03/18) se realizaron catorce decomisos de alimentos para humanos (desde pastelillos hasta harina de coco) y seis de alimento crudo para mascotas, la causa fue, Salmonella sp. en ambos casos.

En otras palabras, la Salmonella sp. prevalece en todo tipo de alimentos inclusive en alimentos de mascotas. Por esta razón los dueños de mascotas en Estados Unidos se encuentran en un dilema con la Food and Drug Administration (FDA), la agencia de gobierno considera un alimento para mascotas contaminado por Salmonella sp. Si ésta se encuentra viva o si el producto no pasó por un proceso (calor o químico) que la inactive.

La Salmonella sp. inactivada en alimentos plantea otro problema que la FDA está ignorando. Mientras la Salmonella sp. Viva representa un riesgo significativo para las mascotas jóvenes, viejas o inmunodeprimidas, la Salmonella sp. inactivada es un riesgo para todas: jóvenes, viejas, enfermas y saludables.

Las bacterias Gram negativas (Salmonella sp., E. coli) que se inactivan a través calor o un proceso comercial, producen unas toxinas conocidas como endotoxinas. En un estudio publicado por Critical Care Medicine Journal en 2008 analizó los efectos de las endotoxinas en perros. Encontraron que la endotoxemia se asoció con el alza de varios niveles circulantes de hormonas del estrés, mediadores pro-inflamatorios y marcadores de lesión hepatorrenal.

 Donald Strombeck Profesor de La Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de California, argumenta que al ingresar la endotoxina al organismo se concentra en el hígado donde es inactivada, aun cuando el ingreso sea normal, la presencia de otra posible toxina, minerales (cobre y hierro) y muchas drogas pueden interactuar con las endotoxinas lesionando al tejido hepático.

Por otro lado las micotoxinas agravan la presencia de endotoxinas en el tracto digestivo en aves, aumentado la permeabilidad intestinal facilitando la absorción de las endotoxinas.

La presencia de Salmonella sp. Inactivada en el alimento no es un riego en su manejo para los dueños de mascotas, pero sí es un problema para perros y gatos que lo consumen. Dependiendo del nivel de endotoxinas y la sinergia con otras sustancias en el alimento podrían también volverse mortales (sepsis).

La firme postura de la FDA de que solamente la Salmonella sp. viva es un riesgo, es preocupante al no justificar la presencia de endotoxinas en los alimentos de mascotas.

Las harinas de carne pueden encontrarse altamente contaminadas cuando el origen de la materia prima se obtiene de animales que han muerto a causa de enfermedades, accidentes o muerte natural. Las bacterias coliformes, como Escherichia coli, se han aislado a partir de productos cárnicos o vegetales que causan graves problemas sanitarios y, en ocasiones, fatales en humanos.

Escherichia coli es otra fuente de endotoxinas, el calor no destruye la endotoxina y puede ser una causa de enfermedad. Esto muestra la importante necesidad de producir carne limpia para el consumo de mascotas y humanos.

Conclusiones

El gobierno y la industria piden que los ingredientes de los alimentos para mascotas sean “sanos”. La definición de sano es “bueno para la salud” o “saludable”. Los alimentos con niveles altos de microorganismos o toxinas pueden producir signos gastrointestinales y no pueden considerarse saludables. Las bacterias que viven en el intestino delgado, representan la retención de bacterias ingeridas, el tipo y número cambian a medida que se incrementa la población de bacterias ingeridas.

Estudios recientes muestran que la población bacteriana del intestino delgado se puede reducir ligeramente mediante la adición de algunos prebióticos (pared de la levadura) con altas concentraciones en betaglucanos y mananooligosacáridos (MOS) incluidos en los alimentos para mascotas (Willard American Journal Veterinary Research, 1994.) El uso de tales aditivos para prevenir las consecuencias de la contaminación bacteriana de los alimentos no debe reemplazar los esfuerzos para producir un producto mediante el uso de ingredientes saludables.